miércoles, 8 de febrero de 2012

LA REBELION DE LAS PULGAS

Aunque parezca increíble, el perro que se toma fotos con el emblema mundial de la democracia estaba infestado de pulgas. Sí, BO, la mascota de la Casa Blanca no tenía espacio en su melenudo cuerpo para una pulga más, y aunque su veterinario había intentado con todas las recetas para acabar con este mal, nada había funcionado. Minutos después del exterminio ya habían cientos de pulgas con maletas y trastes empacados para ir a colonizar el territorio casi despoblado, pues siempre quedaban unas pocas sobrevivientes a las masacres.

Cierto día, la pulga Pérez, que había sobrevivido a 3 exterminio masivos, se cansó de la opresión de su enemigo. Convocó a la comunidad de pulgas y les dijo: - compañeros, no podemos permitir que esta situación continúe, o nos unimos y hacemos algo o nos morimos. Una vez yo oí decir que si uno se ubica en determinados puntos del cuerpo y ejerce presión al tiempo, puede tomar el control de cualquier animal, llámese gato, perro, hombre u otro, hará lo que uno quiera. Propongo que hagamos grupos de a cincuenta pulgas, cada grupo tomará los puntos nerviosos más sensibles de Bo, harán guardia todo el día y cuanto llegue el veterinario tocarán la trompeta, todos tomarán las posiciones y al tiempo todos pensaremos en que Bo muerda al veterinario, esos impulsos nerviosos subirán hasta su cerebro y tal cual sucederá.

Todos estuvieron de acuerdo y a la mañana siguiente ya todos tenían sus posiciones y cuando llegó el veterinario no pasaron cinco segundos sin que éste huyera despavorido después del cruento ataque que le propicio el animal.

La pulga Pérez fue levantada en brazos, por primera vez habían vencido al exterminador. Pero ese fue sólo el comienzo, pues decidieron seguir conquistando nuevos territorios y desde entonces no se sabe a ciencia cierta porqué en todos los países del mundo lo gobiernos han dictado medidas proteccionistas a favor de las pulgas, consideradas hoy en día patrimonio natural de la humanidad.


 Diana Isabel Patiño Restrepo.

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